En un mundo donde la verdad es cada vez más escurridiza y las mentiras parecen convertirse en el tejido de la realidad, surge “La lengua desnuda”, una película que nos invita a desenmascarar lo que ocultamos tras las palabras.
Tomando como “vara” a las plataformas más exigentes del mundo y las salas comerciales con mayor rigor del planeta, “La lengua desnuda” -que se grabó en el año 2021 en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra- fue concebida desde varios aspectos técnicos, narrativas contemporáneas, argumentos plurales y pequeños arcos dramáticos sincronizados al drama central. Además, la trama hace guiños a obras literarias que llenan de magia la vida de los personajes.
Este film boliviano no sólo explora la crudeza de la verdad, sino que también pone al descubierto las trampas del silencio al reflexionar sobre las diversas maneras en que la mentira pretende ocultar, negar y refutar; y la potencia transformadora de la palabra cuando se le permite volar libremente.
Sin intención de ‘spoilear’, desmenuzaremos un poco esta gran película:
Es un film basado en la historia de dos mujeres, Bárbara y Victoria, quienes en parte de la cinta desarrollan sus tertulias detrás de los ventanales de su apartamento, haciendo del espectador cómplice y partícipe.

En su cotidianidad, estas mujeres reivindican su respectivo hábitat social, que da lugar a sus propios dilemas. Todo acompañado de un lenguaje visual auténtico, con un tratamiento de color que evoca el inconsciente, los sentimientos, deseos o, inclusive, la personalidad de cada personaje y/o momento. Lo mismo con la banda sonora que, de forma exclusiva, acompaña cada historia.

Ellas, pese a que enfrentan la vida de manera distinta, son amigas y ambas persiguen sus sueños. Una es actriz y la otra guionista, sus expectativas se dirigen a lograr encajar en el engranaje del sistema, más precisamente en un canal de televisión.

Bárbara no se guarda palabra alguna,
usa la verdad como excusa para decir lo que piensa sin filtros;
todo lo que le pasa por la cabeza sale por su boca;
su lengua es irrefrenable al decirle a los demás sus verdades,
imparable y sin filtros lanza sus posiciones,
es precisamente esto lo que va a meter a las dos
en una serie de problemas existenciales…
Sin embargo, guarda algún secreto, una verdad oculta;
refrena su lengua esforzándose por no darla a conocer,
no la libera ni con la palabra y, muchas veces, ni a ella misma.

Una escena de rechazo por su apariencia la lleva a expresar: “¡El mundo debería ser ciego!” momento basado en la novela “Ensayos sobre la ceguera” de Saramago.

El otro personaje de la historia y amiga de Bárbara es Victoria. Ella es más cauta, atiende cada palabra que va tejiendo una con otra, decora con su tejido la verdad justo al momento de darla a conocer, y es que en realidad le teme, razón por la cual se dedica a maquillar la realidad a su comodidad, sin percatarse que de este modo lo único que consigue es mantener su vida en un modo estanco.

Este personaje sostiene una retórica delicada y cuida mucho la forma en que van a salir sus expresiones para no dañar a nadie, ni a sí misma; y ya que Victoria maquilla la realidad porque no la acepta tal como es, su destino será indudablemente “El infierno de Dante” que desde Alighieri es adaptada al film. En este siniestro lugar donde habitan las sombras, es el sitio en el cual posiblemente se podría llegar a hacer tratos, con el fin de ser aceptada en el mundo que pretende obtener para sí.
Evidentemente son dos personajes extremadamente fantasiosas que interpretan momentos de la literatura emulando a Orwell y su “1984” en su escuela de “La Neo-lengua” que, inventada por Orwell quien viene a crear nuevas palabras y connotarlas con una gran carga ideológica, se utiliza para controlar el pensamiento y evitar que la gente piense o hable sobre ideas supuestamente subversivas, como ser: la identidad personal, la autoexpresión y el libre albedrío; que convenientemente incluso llegarían, en un momento dado, a significar completamente lo contrario.
Otra interesante escenografía puesta en pantalla, es la novela “Moby Dick” de Herman Melvill, que representa la ambición que todos perseguimos creyendo ser dueños de la verdad y que, sin siquiera entenderla, navegamos en su búsqueda, sobre un barco sin condiciones y dirigido por locos, en un sistema financiero “que sólo entienden unos cuantos”.
Otro momento que marca el film, es el constante interactuar en ese hábitat social, que con sus propios dilemas se da lugar en un misterioso Café donde la magia está en el aire y es evocada emulando la magnífica obra del escritor Herman Hesse “El lobo estepario” en un otro “tractat” de teatro, de un mundo de bocas con lenguas al desnudo.
Se trata de un dramedy con características de realismo mágico, desarrollado en un pintoresco lugar, donde van ocurriendo sentimientos, sentires y sentidos, que se desenvuelven en actitudes humanas en una diversidad de caracteres y sus respectivas cualidades o circunstancias.

Incluye una amalgama de historias que se desenvuelven de manera tal, que incentivan el logro de una esperanza social. Inspirada en una sociedad de antiguas maneras de ser pero que incrustadas fuertemente en una actualidad latina moderna, nos trae un aroma mixto a pueblo reciente y el arrollador avance de una avasalladora metrópoli a la que no le hemos permitido anularse como esencia cultural; recuerdos de otrora, la placita de pueblo que antes era y que ¡ya no lo será jamás!

Debemos, como seres humanos, ser conscientes de que estamos insertos en un mundo social del cual formamos parte y que: “Decimos mentiras cuando tenemos miedo, miedo de lo que no sabemos, miedo de lo que pensarán los demás, miedo de lo que se descubrirá sobre nosotros. Pero, cada vez que decimos una mentira, lo que tememos se hace más fuerte” T. Williams.
También lo inútil que resulta refugiarnos en “una media verdad, pues es toda una mentira” como dice el proverbio yiddish. Sin embargo, hay que tener cuidado, pues como nos previene Blake “una verdad que se dice con mala intención supera todas las mentiras que se pueda inventar”.
La lengua desnuda está llena de frases creativas y memorables:
_ “El problema del mundo es la lengua”: Bárbara
_ “La lengua debería estar envuelta en saliva, orgullosa de difuminar, viscosa, un poco, la cruda realidad”: Victoria
_ “Suele suceder, … que uno se invente sus recuerdos”: Reggí
_ “¡El mundo ya es muy duro para andar soltando verdades por todas partes!”: Victoria
_ “La lengua fue inventada para mentir, justamente por aquellos que no distinguen una asíntota geométrica de una del amor imposible”: Bárbara
_ ¡La palabra y sus causales de la misma es la lengua desnuda!
“La Lengua Desnuda” no es solo un relato sobre dos mujeres, es una reflexión profunda sobre el poder de la palabra y el peligro de las verdades no dichas. En este entrelazado de realismo mágico y crítica social, la película nos recuerda que, en un mundo de medias verdades y mentiras aceptadas, es la lengua la que tiene el poder de transformar, de sanar, y de liberarnos. Es un llamado a abrir la boca, a liberar la lengua, y a enfrentar la realidad, por más dura que esta sea.
Críticas sobre la película:









Auspiciador oficial: Colnatur Beauty
Un auspiciador oficial es Colnatur Beauty, que con el podcast «Mis Palabras, Mi Alimento», ya pretendía hacer de la palabra la fuente de la belleza interior. Y esta no es la excepción, pues además de hacernos reflexionar sobre el valor de la verdad, cómo ésta puede cambiar los paradigmas de tu vida y la forma en que la expreses “modificará tu presente y futuro”. Es una historia de amor propio, del reconocerse así mismo, para luego poder dar amor a alguien más.
Es un pequeño aporte en el empoderamiento de la mujer, pero desde la equidad, el respeto y la valoración personal. Es cierto que la vida de las protagonistas está marcada por sucesos que atraviesan muchas mujeres y que pone cuesta arriba sus carreras y a veces sus vidas, sin embargo, ese es el contexto básico de la película. La película trata de la sororidad (entre mujeres, claro); la verdad y sus formas; la amistad, el amor, los cuentos y la fantasía.
La lengua desnuda se asienta en “las pequeñas verdades”, esas que matizamos, escondemos o decimos sin filtros, es el día a día de la palabra, la que, en su forma “correcta” puede cambiar la vida de las personas.
La lengua vive en la boca
como la almeja en su concha
Esto es lo que ha hecho la lengua
tras de los labios cerrados:
Una luna que no mengua
en la noche de la boca…
Tras los labios apretados,
Una luna eterna, loca…
¿Por qué dicen que es de sabios
Tener cerrados los labios?
¡Qué los abra! ¡Qué los abra!
Que le dé luz a su perla
Para verla.
Que los abra
y dé luz a su palabra…
(Fragmento: poesía F. Segovia:
“La lengua vive en la boca”.)




























