Con la finalidad de celebrar el crecimiento personal como el núcleo de la transformación colectiva, y de reconocer el mérito a las actividades que realizas con el mismo propósito, te invitamos a seguir el primer Reality – Podcast realizado en Bolivia: “Mis Palabras, Mi Alimento”. El cual, busca empoderar a 12 valientes participantes, quienes tendrán que enfrentar ocho retos de belleza interior, durante las próximas ocho semanas, para implementar cambios positivos en sus vidas.
¡El primer reto comienza este 29 de abril! y será transmitido mediante las redes sociales de “Mis Palabras, Mi Alimento” (te dejamos los enlaces al final de la nota).
¿Te animas a acompañar a las participantes realizando los retos tú también? ¡Nosotros sí! Sólo tienes que publicarlos en tus historias y etiquetar a «Mis Palabras, Mi Alimento».
Y, aunque aún no te podemos decir cuál será el primer reto, si realmente queremos mejorar nuestra vida, deberíamos empezar por hablarnos mejor, porque tus palabras son las primeras en definirte, y no, no sucederá de un día para otro, pero haciéndolo de la forma correcta: TUS PALABRAS, SERÁN TU MEJOR ALIMENTO.
Déjanos tu opinión en los comentarios, ¿Cómo te hablas a ti mismo/a?, si tus palabras fueran alimento ¿Te alimentarían o te envenenarían?
Para evaluarte, reflexionemos sobre el tema…
Nuestras palabras definen lo que somos
Nuestras palabras son nuestro alimento ¡eso es indudable! El asunto de cuidado en este punto es el poder que tienen para crear la realidad. Existe todo un sistema de creencias con las cuales nos definimos, reafirmamos, valoramos, determinamos, convencemos… ¡Somos lo que inconsciente o conscientemente determinamos!
Mediante un proceso de reprogramación mental respaldado por la neurociencia, podemos desencadenar un cambio de paradigmas y convertirnos en la versión que elegimos ser conscientemente. Este poder transformador nos permite asumir el control de nuestra propia evolución, alcanzando nuestras metas con pasión y determinación.
¿Qué elegimos ser, conscientemente?
Existe un lenguaje con el cual nos hablamos a nosotros mismos todo el tiempo. A través de éste nos priorizamos o nos marginamos, enaltecemos nuestras emociones o las tapamos, e incluso lo usamos como una «terapia» (entre comillas) que agrede nuestra economía y nuestro futuro, o lo resguarda.
Me refiero al consumo, y para que me entiendas por qué el consumo es un lenguaje, pregúntate ¿Cuántas veces has comprado cosas que realmente no necesitas y por qué lo hiciste? ¿Cuántas veces dejaste pasar la oportunidad de leer un buen libro? ¿Cuánto inviertes en tus estudios? ¿Cuánto decides gastar en comida chatarra? ¿Qué miras en las redes sociales, estás consciente de tus algoritmos? todo esto nos revela no sólo gran parte de nuestra personalidad (gustos, intereses y preferencias), sino también cómo nos estamos tratando y a dónde nos estamos dirigiendo, muchas veces inconscientemente.
Consumir es propio de todo ser vivo, lo hace según sus necesidades, las que van adaptándose al entorno con que cuenta; es bien sabido que un ser humano se recarga energéticamente al momento de alimentarse y que se provee tanto del reino vegetal y animal, como del entorno lumínico, musical, deportivo, recreativo, etc.
Es propio de aquel que obtiene conciencia plena, decidir mantenerse sano y fuerte, y ponerlo en práctica al momento de ingerir sus alimentos; de hacer deporte, de mantenerse calmado por medio de la meditación o de encontrar paz en la contemplación. Y es que, mediante la creación y repetición de hábitos positivos, generamos resultados convenientes que nos hacen más fuertes, más aptos y útiles a favor de la vida, empoderándonos constantemente.
Sería interesante ser un “producto” acabado y perfecto, con una vida consciente, plena y saludable como características de nacimiento;
sin embargo, somos el resultado de procesos, nuestro accionar va generando constantemente hábitos que se han ido adquiriendo, en su mayoría, de modo inconsciente, aleatorio, descontrolado y automatizado, que han ido adhiriéndose prácticamente sin darnos cuenta, sin cuestionarlos les permitimos apropiarse de nuestra vida y, es así, que de manera rutinaria, surge una manera de ser que no nos pertenece, una actitud “de por sí” que muchas veces resulta contraproducente para uno mismo, como para el entorno y el destino de la humanidad.
Por ser parte de un sistema de vida acelerado y competitivo, tanto en eficiencia como en productividad, el ser humano está siendo prácticamente forzado a cumplir con ciertas condiciones y características plus, que le permitan lidiar con un ritmo de vida exigente; condicionado a una vida comercial y consumista.
Descubrirnos para mejorarnos
La neurociencia revela que tenemos el poder de reprogramar nuestras vidas a nuestra voluntad. Conocernos a fondo es el primer paso esencial para lograrlo, ya que nos brinda la oportunidad de descubrir quiénes somos realmente y visualizar quiénes queremos llegar a ser.
¿Cuál es el propósito de nuestra vida? al respecto Nietzsche (filósofo alemán) insta a: “abandonar el rebaño» por ser lastre de la creatividad y el desarrollo individual, a labrar un camino personal a través del tiempo, experimentar y vivir conscientemente; pues “ningún precio es demasiado alto para pagar el privilegio de poseerse a sí mismo” y que el sentido de vida, y el propósito de aquel que tiene un porqué, logra que éste pueda soportar casi cualquier cosa, simplemente porque sabe cuál es su destino y lo que debe hacer.
El humano debe generar nuevos valores y dejar atrás los viejos. Según el psicoanalista C. G. Jung “La tarea del ser humano es volverse consciente de los contenidos que presionan hacia arriba desde el inconsciente, hasta donde podemos discernir que el único propósito de la existencia humana es encender una luz en la oscuridad del mero ser”.
«¿Cómo estás cumpliendo con tu tarea vital, tu razón de ser y el propósito de tu existencia? esa es la pregunta central de la individuación, la más determinante de todas las preguntas».
Carl Gustav Jung
Es posible formar un estilo de vida en base a hábitos que, obtenidos a través de repetición, generen actitudes coherentes con nuestro propio ser. Lo importante es detectar qué hábitos nos suman y aportan, y desarrollarlas por resultar convenientes; o percatarse de aquellos que son nocivos e incluso destructivos, y conseguir eliminarlos; pues bloquean y/o anulan nuestras potencialidades produciendo aquellas conductas que restan y sabotean la vida que queremos tener.
Tu mejor versión con el menor esfuerzo
¿Es posible? ¡Sí! Por eso es fundamental entender la importancia de adoptar hábitos prediseñados. Vivimos en un mundo donde constantemente estamos expuestos a una sobrecarga de estímulos y -aunque quisiéramos adoptar cientos de hábitos- es crucial para nuestro bienestar gestionar esta situación y aliviar esa carga cognitiva.
Para ello, se hace necesario insertar hábitos prediseñados que sumen a la supervivencia de nuestro cerebro, ya que, si tuviéramos que procesar la realidad al 100%, nos agotaríamos y no podríamos hacer nada. Cuando generamos un nuevo hábito y nos apropiamos de este, el reloj biológico funciona de por sí y llegamos a ser, como resultado en el tiempo, nuestra mejor versión con menos esfuerzo.
Por lo cual, concentrar nuestra atención en lo que es estrictamente útil a nuestros objetivos, nos permite potenciar nuestro desarrollo personal y dar sentido a nuestras vidas.
Cuando abrazamos un nuevo hábito y nos apropiamos de éste, con el tiempo nuestro reloj biológico comienza a funcionar por sí solo, llevándonos a convertirnos sin esfuerzo en nuestra mejor versión, enfrentando los desafíos diarios con mayor claridad y energía, y fomentando así nuestra capacidad de acción y toma de decisiones efectivas y oportunas.
Entonces, llegado a este punto, ya podemos evaluarnos: ¿Somos conscientes de nuestras limitaciones y quién pretendemos llegar a ser? ¿Estamos capacitados para decidir qué aceptar o qué rechazar? Si descubrimos una habilidad innata ¿no es acaso lo correcto desarrollarla? ¿No nos encantaría descubrir otro potencial escondido en nosotros, que nos apasione, para cultivarlo?
El valor y el poder de la palabra
El poder de la palabra, en la toma de decisiones, determina la acción programada mediante hábitos constructivos que, cuidadosamente seleccionados, marcan resultados óptimos y actitudes apropiadas, productivas y, por ende, exitosas.
Debemos ser conscientes de que el desarrollo personal y nuestra autorrealización son claves para gozar de una mayor satisfacción en la vida, es tanto así que si un organismo vivo falla en completar sus potencialidades ¡éste se enferma!
“Nada podrá medir el poder que oculta una palabra”
Alex Grijelmo
La palabra es mitad de quien la pronuncia y mitad de quien la escucha, es la herramienta de los humanos para aproximarse unos a otros y también para alcanzarse a sí mismo; el poder de la palabra en última instancia determina el triunfo o el fracaso de nuestros logros, con ella nos definimos, reafirmamos, juzgamos, determinamos, convencemos.
El desarrollo personal y la autorrealización son clave para gozar de una mayor satisfacción de vida. Es posible lograrlo ya que la neurociencia nos indica que somos seres reprogramables y capaces de lograr cambios de actitud en nuestra personalidad, un ser humano puede alterar su vida al alterar sus actitudes.
Tal proceso fluye en creencias transformadas en pensamientos, y éstos en palabras que, mediante una reflexión, deciden tomar acción; transformándose en hábitos que generan una actitud positiva. Bien lo dijo Heráclito: “El carácter crea nuestro destino”.
Debemos enunciar que la principal tarea de un ser humano en la vida es darse a luz a sí mismo para convertirse en lo que realmente es. El producto más importante de su esfuerzo es su propia personalidad.
¿Qué sentido le damos a nuestras vidas? ¡Cada uno le da un sentido a su propia vida al revelar todos sus potenciales!
«El hábito es el enorme volante de inercia que mueve a la sociedad, es su más valioso agente de conservación”.
William James
El valor y el poder de nuestras palabras hacen de la magia nuestro aliado para consumir nuestro más preciado alimento: la vida.
Si te gustaría profundizar más en el tema, aquí te dejamos los primeros podcast de MIS PALABRAS, MI ALIMENTO que te ayudarán no sólo a desarrollar nuevos hábitos positivos, sino ¡a lograr todo lo que te propongas en la vida!
¡Y sigue las redes sociales de «Mis Palabras, Mi Alimento» para no perderte ni un sólo capítulo!
——Es posible que también te interese:
El poder de la danza: un lenguaje del alma que cura, conecta y transforma
“Bailar es como soñar con los pies.” – Constanze En…
Leer más
EL AGUA, ESENCIA DE NUESTRA EXISTENCIA
En el tercer capítulo del podcast «Mis Palabras, Mi Alimento»…
Leer más
De la Rutina a la Revolución: ‘Mis Palabras, Mi Alimento’ llega para transformar vidas
¡Vive la Transformación! “Mis palabras, mi alimento”, ¡así se ha…
Leer más
¿Qué es «empoderarse» y cómo lograrlo?
TODOS (o casi todos) LOS TEMAS INVOLUCRADOS Hoy en día…
Leer másSe ha producido un error. Actualiza la página y/o inténtalo de nuevo.
CONSCIENCIA COLECTIVA 